El trato y el servicio, han tomado un papel importantísimo dentro del proceso de crecimiento y éxito de cualquier negocio.

Actualmente vivimos en un mundo en el que el servicio al cliente se ha convertido en el diferenciador primordial de una marca. Lo que define, en gran medida, si los clientes te compran a ti, o se van con algún competidor.

Para que comprendas mejor a qué nos referimos, imagina alguna vez en la que hayas visitado un restaurante a causa de una recomendación hecha por alguien de confianza, al convencerte de que la comida de ese lugar sería espectacular. Con la mayor emoción, has acudido a dicho establecimiento y a pesar de no negar que la comida te haya parecido sido buena, el servicio ha resultado tan malo, que has salido de ahí jurando no regresar jamás.

Te aseguramos que de esa experiencia habrás aprendido dos o tres cosas. La primera, es que “servicio” mata “producto”. La segunda, es que a partir de ese momento, pondrás a duda el criterio de tu persona de confianza y la tercera, es que seguramente nunca hablarás bien de ese restaurante, sino que todo lo contrario.

Traducido en otras palabras, actualmente, el servicio que brindas a tu cliente, es el que añade o reduce valor a una experiencia, producto o servicio.

Por difícil que parezca de creer, tendemos a recordar con más claridad las malas experiencias que las buenas, y aunque resulte sorprendente, gran parte del servicio que nuestros empleados brindan a los clientes, está influenciado por el trato que reciben de parte de sus superiores.

Sabiendo lo anterior, no podemos pasar por alto recordar, que para que un empleado QUIERA, por su propia voluntad, brindar el mejor servicio, es de suma importancia que sienta un profundo afecto por su trabajo.

Es por esto, que antes de querer tratar al cliente, hay que querer tratar al empleado. Cuidándolo, queriéndolo, protegiéndolo y reconociendo su trabajo, brindándole siempre un trato personal, logrando que todas estas actitudes, se vean reflejadas en su propio comportamiento.  Al igual que tus clientes, tus empleados son personas. TUS PERSONAS.

Tus empleados son quienes tienen el contacto directo con el target al que te diriges, es por ello, que las estrategias primordiales a seguir, surgen y radican en la necesidad de que tus clientes se sientan apapachados y comprendidos, no solo por tus empleados, sino por toda la organización que está detrás, es así como lograrás mantenerlos satisfechos y fieles a tu marca.

El cliente final, es la fuente más confiable de información y retroalimentación, y cada aspecto de tu negocio, se ve influenciado por las consecuencias del nivel de interacción y compromiso que surge en la relación que se crea con ellos.

Por todo lo anterior, es importante que dirijas tus esfuerzos e inviertas tus recursos en la experiencia, compromiso y la relación que llevas con tus empleados. Su comportamiento, será el reflejo de lo aprendido.

Como jefe o superior, te aconsejamos brindar el mejor servicio a tus empleados, escucharlos, empatizar con ellos e intentar entender sus necesidades como personas.

Te aseguramos, que la satisfacción de tus clientes está directamente relacionada con la satisfacción de tus empleados.

Gran parte de las estrategias para fortalecer esta relación, se basan en construir fuertes puentes de comunicación entre los involucrados, de esta manera se crea sinergia y se logra un mayor entendimiento de las necesidades de tu consumidor final, quien al final del día, es de quien dependen las ventas de tus productos.

Te compartimos algunas de las mejores estrategias para maximizar y mejorar la calidad de las relaciones con tus empleados, estamos seguros que al utilizarlas, descubrirás magníficos resultados.

  • Construye relaciones personales con tus empleados.

La mejor manera de tratar a tus empleados, es haciéndoles sentir que son personas. Personas individuales con nombres propios, valores e ideales propios, sueños y metas únicas. Personas con familia, aspiraciones y pasiones en la vida, tal vez hasta compartas algunas de ellas. Es importante que reconozcas y lleves, en la medida de los posible, un registro de sus avances y mejoras, con el objetivo de recalcar y hacerles saber que estás al tanto de su desempeño. A todos nos gusta de vez en cuando recibir una palmadita en la espalda gratificando el esfuerzo. Verás lo motivante que resulta para ellos, saber que estás al pendiente de su vida profesional, y además, personal.

  • Enfoca tus esfuerzos en hacer única la experiencia de tu empleados.

Comparte información que beneficie a tus empleados y a sus familiares. Debes de segmentar personalizadamente la información y los canales que uses para hablar con tus empleados. A la hora de hablar con ellos, toma en cuenta su edad, entorno cultural y todos los factores demográficos que estén a tu alcance para poder hacerles sentir la calidez de tu trato. Muéstrate comprensivo con ellos a la hora de charlar y considera que cada persona mantiene un tono y lenguaje personal al momento de conversar. Te impresionarás del efecto que causa hablarles en su propio idioma.

  • Permite a tus empleados tomar acción a la hora de resolver problemas.

Con esta acción, les quitarás el miedo de confiar en su instinto a la hora de tomar decisiones. Además, los harás sentir parte importante de la organización e impulsarás sus habilidades y destrezas de liderazgo, toma de decisiones, capacidad directiva y muchas otras, que resultan, en gran medida, muy conveniente para el desarrollo de tu equipo de trabajo.

Ataca el “fear factor”. De esta manera, incrementarás la seguridad que tienen en ellos mismos y a la vez, intensificarás el cariño y fidelidad hacia el negocio, empresa u organización, debido a que considerarán que sus decisiones, son de importancia y por ende, su presencia y contribución es apreciada. Lograrás “retener” a tus empleados, así como ellos lograrán “retener” a los clientes.

  • Elimina los tecnicismos y enfócate en lo que realmente importa.

Dale la menor importancia posible a la parte técnica y a las actividades rutinarias, destina el tiempo de calidad con empleados que muestran un gran potencial, para crear y diseñar planes estratégicos en los que puedas identificar sus destrezas y detectar sus fuerzas y debilidades. Conviviendo en tus empleados y construyendo juntos, sabrás dirigir mejor a tu equipo y lograrás aprovechar todas las habilidades que tienen, explotando todo su potencial y utilizándolo para beneficio de todos. Es una situación de ganar-ganar.

  • Aprende de sus éxitos y fracasos.

Apóyate en herramientas de análisis para medir el éxito y el potencial de crecimiento dentro de tu equipo de trabajo.

Controla o delega algunas actividades a personas que conviven de cerca con tus empleados, aunque no estés siempre participando en sus actividades como su superior, sabrán detectar tu presencia en todo lo que hagan. La creación y diseño de equipos funcionales a la hora de trabajar, es un punto clave para el buen flujo de trabajo. Una vez que notes la funcionalidad de estos equipos, aplaude las buenas decisiones que tus colaboradores tomen.

Al utilizar estas estrategias, esperamos que comprendas, que la manera ideal de ofrecer el mejor servicio a tus clientes, es brindándolo primero a tus empleados. Lo que se aprende dentro de la organización, logra permear hacia afuera de forma natural. Trata a los demás como te gustaría que te traten a ti. Te garantizamos que tus empleados sentirán que tienen el trabajo que siempre habían soñado.


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