Cada que comienzas un nuevo proyecto, se genera un impulso creativo que te incita a salir un poco de la burbuja, alejarte de las situaciones del día a día y enfrentarte a nuevos planes, con diseños únicos e ideas innovadoras. Lo que conlleva a la producción completa de un trabajo nunca antes visto, revolucionario. Este cambio puede funcionar como un incentivo para tu equipo y ayudarte a mejorar tus habilidades y conocimientos de diseñador o desarrollador.

Es probable que con nada nuevo proyecto, lleguen nuevas dudas, sobre todo si no tienes un preámbulo completo de la situación. Es importante contar con la información correcta y las herramientas apropiadas para entregar soluciones que superen las expectativas de tus clientes.

Obtener esta información es parte de tu trabajo, una de las principales prioridades cuando se trata de trabajar con un nuevo cliente.

La primera interacción con un cliente es importantísima, ya que es la oportunidad para conocer lo que busca, conocer sus expectativas y resolver todas las dudas que te ayuden a alcanzar los objetivos establecidos. Esta información te permitirá idear un gran proyecto, redactar informes y determinar el flujo de trabajo, para a fin de cuentas, entregar un producto que supere las expectativas de tu cliente.

Hoy, te compartimos cinco preguntas que pueden ayudarte a conocer mejor a tu cliente, aprovéchalas durante tu reunión para recabar toda la información posible.

Recuerda, información es poder.

  1. ¿Por qué estás llevando a cabo este proyecto?

Como diseñador o desarrollador web, la mayoría de tus clientes van a llegar a ti buscando una solución a sus problemas. Una de las frases que escucharás repetidamente es la típica de “necesitamos que nos ayudes a crear una nueva página para promover el lanzamiento de nuestro producto”. Seamos honestos, los clientes no siempre saben qué es lo más conveniente para sus negocios. En tu responsabilidad, como experto y consultor, ayudarles estratégicamente a descubrir cuál es las solución apropiada para su negocio. Es muy fácil quedarte callado y aceptar lo que te proponen, pero no será profesional de tu parte. Al fin y al cabo están recurriendo a ti por considerarte experto en el campo en el que buscan ayuda.

Comienza analizando la propuesta del cliente e intenta identificar el problema que están tratando de resolver. Intenta trabajar con los problemas existentes de tus clientes y determina cuáles son la áreas de oportunidad que tienen. Esto puede ayudarte a encontrar soluciones alternativas que puedas utilizar como parte de la nueva estrategia.

Antes de comenzar a trabajar en un proyecto, entiende a profundidad las motivaciones de tus clientes para poder analizar la situación desde un marco más realista de las necesidades que tiene. Esto evitará que vayas por la vida diseñando algo que “se vea bonito” pero que en realidad en cuanto a funcionalidad, deje mucho que desear.

  1. ¿A qué segmento va dirigido tu sitio?

Cuando se trata de diseño web, las opiniones son 100% subjetivas. Algunos usuarios van a amar tu página, y otros tantos van a odiarla. Esto se debe a que todo gusto depende directamente del ojo del espectador, por lo que el tema de diseño es un tema crítico. Es por esto que hay que desarrollar una estrategia dirigida y específica para el público objetivo.

Asegúrate de conocer bien el perfil del cliente ideal del sitio que vas a desarrollar y hazlo antes de invertir tiempo en el proyecto. Recuerda que mientras más sustento tengan tus decisiones, más acertados serán los resultados. Esto brindará una experiencia de usuario cómoda, familiar y optimizada.

Al momento de crear los copys para la página, las respuestas de tus clientes pueden ayudar de gran manera. Esto te va a permitir identificar el modo ideal de conversación, así como el lenguaje y tono que debes de utilizar para posicionar la marca de una manera dirigida y única.

Estos son algunos detalles que requieres de tus clientes:

  • Datos demográficos de su público (edad, género, nivel educativo, ingresos)
  • Datos psicográficos (hábitos de consumo en medios, estilo de vida)
  • Hábitos de compra
  • Métricas actuales de su sitio (si se trata de un rediseño) como bounce rate, flujo de tráfico, tasa de conversión.

Será importante considerar esta información para definir las diferencias entre los clientes actuales de tu cliente, y cuáles son los clientes realmente ideales. Es importante tomar decisiones en base a los resultados y tener en mente al segmento de la audiencia ideal para realizar un diseño que impacte de forma favorable.

  1. ¿Cómo luce el éxito para ti?

Lo que verdaderamente significa el éxito para cada persona, es completamente relativo. Por lo que es necesario que conozcas a qué se refiere el cliente cuando busca tener una página exitosa.

Esto te ayudará a tener métricas importantes con las que trabajar en tu proyecto y así poder crear expectativas personales, para tu equipo, para el proceso y en general para el resultado final. De esta forma, tanto tú como tu cliente, estarán en sincronía en cuanto al proyecto se refiere, conociendo sus limitaciones y sabiendo cómo evitar malentendidos que puedan llegar a afectar en el desempeño y alcance del proyecto.

Pensar que el éxito en el único indicador importante dentro de todas las métricas de tu negocio, es un error. El éxito depende directamente de la medición de resultados cuantificables, como incremento en ventas o visitas, así como variables mucho más abstractas como el feedback del proyecto, ya que en base al análisis realizado pueden hacerse mejoras y optimizaciones que resuelvan directamente el problema.

Sin importar cuál sea tu definición de éxito, saber responder a esta pregunta te ayudará a crear un mix de producto final que supere las expectativas del cliente, atienda a las necesidades de su negocio e impresione a la audiencia.

  1. ¿Cómo podemos evitar el fracaso?

Es importante considerar que así como podemos tener un proyecto exitoso, también puede resultar un fracaso. Hacer esta pregunta surge como un campo de oportunidad para anticipar errores potenciales antes de que sucedan.

Cuando platiques con tu cliente, intenta hacer una lista de posibles errores o fallas de diseño o estilo que es importante considerar para no cometer en el producto final. Este ejercicio te permitirá conocer tus límites y restricciones del proyecto.

Sería importante solicitarle información sobre los sitios de su competencia que no le gustan y así identificar de una forma más sencilla lo que NO se debe de hacer. Es probable que prefieran siempre un diseño sobre otro, por lo que las referencias siempre pueden ayudarte a crear una guía de trabajo mucho mejor y más dirigida y realista. Esto hará que las revisiones de entrega sean más acertadas.

Te advertimos, puede suceder que la conversación en este sentido, al inicio sea un poco difícil, especialmente cuando tienes un cliente al que le encanta opinar. Es importante no perder de vista que este es únicamente un ejercicio de aprendizaje en donde podrás conocer mejor a tu cliente, detallar lo que espera y así identificar lo que no quiere ver en tu trabajo final. Todo es por un beneficio a largo plazo en cuanto a la entrega del proyecto.

  1. ¿Cuál es el alcance de este proyecto?

Aunque este es un punto que podría parecer bastante obvio, es importante recalcarlo.

El alcance de tu proyecto es parte integral de la estrategia, por lo que definirlo desde un inicio, es necesario. Puedes hacerlo desde la reunión inicial con tu cliente, para desde ese momento determinar si va de acuerdo al modo de trabajar de tu equipo.

Uno de los aspectos más importantes que impactan en la decisión de si tomar o no un proyecto, son los tiempos que manejas. No sólo le preguntes a tu cliente qué espera de tu proyecto entregable, también determina fechas clave para cumplir tus objetivos. Si aceptas tomar un proyecto, estas fechas serán una base para crear un calendario que mantenga el trabajo de todo tu equipo coordinado y bien administrado. Además, es importante que compares el timeline de tu cliente con tu flujo de trabajo actual para así poder decidir si tienes o no, la capacidad de cumplir con lo que desea en tiempo y forma.

Intenta llevar la conversación de forma que te quede muy claro en dónde estás parado con este proyecto y su planeación. Esto debe incluir tus puntos clave de contacto, las tareas con las que tendrás que lidiar diariamente, cómo funcionará el proceso de aprobación por parte del cliente y si existen personas que puedan proporcionar información valiosa en cierta etapa del proyecto. Contar con una lista de personas clave en el proyecto, te ayudará a recibir la retroalimentación necesaria para que el proyecto fluya adecuadamente.

Finalmente, es hora de hablar con el cliente sobre su presupuesto. Existe un poco de debate sobre este tema, pero es importantísimo, sobre todo, conocer cuál es el tope de su presupuesto o al menos estimar cuál será el costo del trabajo. No tengas miedo de dar este paso, ya que el tema del presupuesto es una responsabilidad que incluye a las dos partes y puede ahorrar muchos malentendidos una vez avanzado el proyecto.

Necesitas entender lo que tu cliente espera invertir al contratar tus servicios, y con esto decidir si vale o no la pena aceptar el proyecto. Conoce a tu cliente, haz de estas reuniones de trabajo, una herramienta que te sirva para al final del día, lograr superar sus expectativas.

Platícanos de qué forma llevas a cabo tus proyectos, comparte experiencias y platica sobre lo que te ha funcionado y lo que no.


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