Con el escrito de hoy, pretendo introducirte en un tema que a todos nos encanta. El tema de las metas, los logros y los objetivos.

Como bien sabrás, el autoestima de una persona se nutre día a día de varios ingredientes; éstos varían y a veces sucede que con el paso del tiempo, lo que antes nos llenaba de emoción, ahora por alguna razón deja de ocasionar tal sentimiento.

Es cierto, el tiempo pasa y lo nuevo se convierte en viejo en un lapso de tiempo. Nuestros miedos los convertimos en conocimiento, nuestras dudas se resuelven con información o por la misma experiencia y la definición de uno mismo se rige bajo la noción de el camino que cada quien elige tomar.

Si comparáramos esta breve descripción con la vida de un negocio, nos daríamos cuenta de que sucede básicamente lo mismo. Realmente, no es ninguna sorpresa, debido a que detrás de cada negocio, se encuentra un ser humano tentando las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que pueden tomarse para hacer de dicho negocio un negocio exitoso. Sin embargo, valga la redundancia ¿qué es un negocio exitoso? ¿A qué se le puede llamar una vida exitosa? es una buena pregunta ¿cierto? definitivamente las respuestas pueden variar porque en términos publicitarios o en términos emocionales, los objetivos y metas a cumplir de cada negocio o persona son altamente diferentes, entonces lo único que puede decirse es que un negocio o vida exitosa, se mide en base al cumplimiento de las metas y objetivos que se plantean y se pretenden alcanzar.

Traduciendo este texto a algo más palpable, llegó la hora de que incursiones y te adentres en el mundo del USP (Unique Selling Proposition).

Para comenzar, vale la pena decirte que no eres el único que en ocasiones tiene ganas de llegar a una meta y por alguna razón no tienes claro cuál es el camino ideal a tomar. Como cuando sabes que deseas hacer un increíble platillo para la cena pero desconoces los ingredientes o el procedimiento de preparación para que dicho platillo sea delicioso o mínimo resulte ser lo que querías.

En el mundo de las estrategias digitales sucede algo similar, una persona o empresa, tiene un claro objetivo sobre algún tema en concreto más no sabe qué campañas, objetivos o mensajes debe enviar para lograr acercarse al público o audiencia al que está tratando de localizar.

Honestamente, sería mentira que creas que basta con tener una meta para poder conseguir llegar a ella.

Sin pretender asustarte y mejor dicho, con el único afán de corregir y potenciar tu andar y el de tu negocio, te platicaré. El USP traducido al español como: Propuesta de valor, se refiere a la localización o definición del elemento principal que hace de cualquier producto o negocio, algo ejemplar y único.

Es importante que sepas que cuando el USP de tu negocio se vende basándose en el precio del producto, te conviertes en alguien que en esencia hace los mismo que los demás, únicamente a un precio más bajo. Generalmente el precio, no es a la larga, una fuente valor ya que no genera fidelidad al carecer de un aspecto diferenciador en concreto. En cambio de lo que acabo de describir, te aconsejo buscar un atributo que le de un valor agregado innegable a lo que sea que pretendes vender, notarás cómo tu producto se vuelve inelástico, es decir, tus clientes lo comprarían sin poner como prioridad el precio que tuvieran que pagar por él. En otras palabras, verás crecer la fidelidad de las personas que consumen tus productos.

Sabiendo todo lo anterior llegó el momento de poner la primera piedra a tu negocio.

  1. Define quién eres.
  2. Ten presente el atributo que te haga definitivamente diferente a los demás (te aconsejo que no sea el precio).
  3. Desarrolla una propuesta de comunicación que gire en torno a aquel atributo que hayas localizado. Eligiendo los medios de comunicación adecuados para tu tipo de negocio.

Al final del día es real que uno debe saber quién es para poder darse a conocer.

El mejor camino a una meta son todos los pasos que se dan antes de llegar a ella.

Estamos siempre para servirte.

 


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